Esta semana se está llevando a cabo una de las más grandes celebraciones de los libros y los lectores: la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La FIL Guadalajara es la mayor reunión del mundo editorial en español en la que dan cita autores, agentes literarios, bibliotecarios, libreros y más de 2,187 casas editoriales de 47 países diferentes. De acuerdo con la página de la FIL, este año se calcula que más de 814 mil lectores acudan a celebrar a los libros y el amor por la lectura.
Y en estos tiempos, leer significa más que pasar las páginas de un libro. El ritmo de vida que llevamos, las exigencias de las ciudades donde vivimos y los avances tecnológicos han abierto nuevas posibilidades lectoras que se acoplan a nuestra realidad.
Los libros digitales, o ebooks, y los audiolibros se han consolidado ya en el mercado y han llegado para quedarse. Consciente de esto, la FIL Guadalajara ha abierto, desde hace algunos años, espacios especializados para hablar de estos temas y exponer para los lectores la variedad de opciones que las editoriales tienen en sus catálogos.
Los ebooks
Hemos escuchado y leído muchas veces la frase “en México no se lee”. Sin embargo, en 2019, puede decirse que se está leyendo y escribiendo más que antes, lo que sucede es que hay nuevas maneras de hacerlo.
De acuerdo con la segunda Encuesta Nacional sobre Consumo de Medios Digitales y Lectura entre jóvenes mexicanos, realizada por la asociación IBBY México, el consumo de libros digitales en México ha incrementado un 19% durante 2019. Aunque la experiencia de leer un libro impreso sigue siendo la favorita entre los jóvenes, 66% de los jóvenes encuestados dijo haber leído un libro digital.
Los ebooks tienen varias ventajas para la experiencia lectora. Podemos agrandar la letra para hacer más cómoda la lectura. También se pueden usar una serie de recursos e hipervínculos que complementan al texto, por ejemplo, reproduciendo pistas musicales que ambientan la historia o enlaces a diccionarios electrónicos que nos dan la definición de palabras poco usuales.
Tal vez otra de sus grandes ventajas sea la portabilidad y el pequeño espacio que un lector digital ocupa. Los lugares en los que vivimos tienden a hacerse pequeños y un dispositivo para ebooks puede contener centenares de libros que antes hubieran ocupado una gran superficie en casa.
Y no hay que preocuparnos por la comprensión de lo que leemos en pantallas. Un meta estudio que se ha hecho en la Universidad de Valencia, que consideró 57 investigaciones internacionales, estableció que la lectura de ebooks, desde el punto de vista de la comprensión lectora, es similar a la del papel. Cuando leemos textos narrativos, de literatura, ensayo o novela en ebook, nuestra comprensión es idéntica a cuando leemos un libro físico.
El audiolibro
La palabra hablada tiene un auge actualmente y los audiolibros forman parte de este fenómeno.
Estudios indican que los lectores de audiolibro son excelentes lectores. De acuerdo con las plataformas de audiolibros en México, tenemos una media de lectura de dos audiolibros al mes. Esto se traduce en un compromiso de entre 12 y hasta 20 horas mensuales. ¡Mucho mejor que los números de lectura en papel!
En nuestro país, la categoría más leída en audiolibro es No ficción; la segunda es Infantil y juvenil. La quinta es Clásicos contemporáneos. Además, la sesión de mayor lectura es de 10:30 a 12:00 de la noche. Antes, mucha gente se llevaba el libro en papel a la cama, ahora todos nos llevamos el celular y dentro de esas sesiones que hacemos antes de dormir, hay muchos lectores escuchando audiolibros.
Ni qué decir de las horas y horas que pasamos atorados en el tráfico en ciudades como la Ciudad de México y Guadalajara. Estas horas, antes muertas o invertidas en escuchar música o noticias, ahora se están utilizando para escuchar audiolibros.
Debemos reconocer que leer un libro y escuchar un audiolibro son dos procesos diferentes. Por ejemplo, es probable que perdamos más fácilmente la atención escuchando un texto que leyéndolo. Pero también debemos tener claro que ningún formato de lectura es mejor ni peor que el otro, y ambos conducen al mismo destino: fomentar la lectura, sobre todo entre lo más jóvenes.
Un libro es un libro
Seguramente, un domingo por la tarde tranquilo en casa, podremos disfrutar leyendo en papel. Y, a lo mejor, al día siguiente, manejando en el tráfico o haciendo ejercicio, optaremos por un audiolibro. Y a las vacaciones, llevaremos un dispositivo de ebooks para evitar cargar el peso de los libros.
En lugar de pelear para determinar qué medio es mejor que el otro, debemos celebrar que cada vez tenemos más opciones para acercar los libros a nuestras vidas. Podemos concluir que un libro es un libro y una lectura es una lectura independientemente del formato. Lo importante es leer.