La UNESCO considera que la educación es un derecho humano para todos, a lo largo de toda la vida. Esta, además de ser accesible, debe ser de calidad. Sin embargo, alrededor del mundo, 59 millones de niños y 65 millones de adolescentes no acuden a la escuela. Tristemente, más de 120 millones de niños no completan la educación primaria.
Estos no son sólo números. Las cifras representan niños y jóvenes a los que se les niega el derecho de la educación y la oportunidad de mejorar su calidad de vida. La oportunidad de conseguir un buen empleo, salir de la pobreza, apoyar a sus familias y participar en el desarrollo de sus comunidades.
Señalar la importancia de la educación no es sólo un deber moral. Existe una relación clara e indiscutible entre el acceso a educación de calidad y el desarrollo social y económico. En esta publicación hablaremos sobre porqué la educación es un factor clave para el avance económico de nuestro país.
La educación de calidad como instrumento
La manera como se desarrolla un individuo, cómo hace frente a los retos diarios y cómo es que tiene éxito o fracasa en sus proyectos depende directamente de su nivel educativo. Es por esto que, en gran escala, la educación es un instrumento. Un arma que, aunque es silenciosa, tiene un gran impacto sobre un país.
La educación es una fuerza que destaca a un país y lo prepara para competir con las otras naciones del mundo. Sin exagerar, la educación es LA diferencia entre los países desarrollados y los que llamamos “de tercer mundo”.
La educación tiene un papel crucial en el crecimiento y la productividad de un país. A nivel nacional e individual, la educación de calidad nos ayuda a detectar y entender los problemas y oportunidades que nos rodean. Ese entendimiento es el primer paso para buscar y encontrar soluciones que erradiquen los problemas o que mejoren la situación.
De acuerdo con el reporte Universal Basic Skills: What Countries Stand to Gain de la OCDE, si le diéramos acceso a todos los niños a educación de calidad y a las habilidades necesarias para participar de lleno en la sociedad, el Producto Interno Bruto se dispararía en un 28% en promedio por año en países con un ingreso bajo y 16% anual en países con un alto ingreso por los próximos 80 años. Por lo tanto, decir que la educación pone todo en perspectiva es quedar cortos.
La educación de calidad enriquece la comprensión de las personas sobre sí mismas y sobre el mundo
Para desarrollar la personalidad y las habilidades es necesario que los niños experimenten con el mundo. Descubrirse a sí mismos, sus gustos, preferencias y hasta sus hobbies, se logrará mejor al conocer y entender el mundo que los rodea. Y ya hemos platicado en otras publicaciones sobre lo importante que es que los niños conozcan sus habilidades y los temas que les apasionan, pensando en que sean adultos realizados y plenos.
Al explorar el mundo, los niños desarrollan su área cognitiva lo que contribuye a la memoria y la atención. Descubrir cosas nuevas promueve mayores conexiones neuronales lo que es primordial para el desarrollo del cerebro. Incluso contribuye a desarrollar habilidades sociales como la empatía, porque los niños se vinculan con su realidad y con otras realidades.
Para los niños, conocer y entender el mundo en el que viven está relacionado con su vida diaria: con sus cuerpos, sus hogares y familias, con su comunidad y el mundo. En este texto pasado hablamos más sobre este tema y recomendamos algunas actividades para apoyar a los niños a explorar y comprenderse a ellos mismos y su entorno.
La educación de calidad fomenta la creatividad de las personas para aumentar su productividad
La educación del Siglo XXI debe enseñar y promover la creatividad. Incorporar al salón de clases actividades cooperativas y de toma de riesgos es muy importante para romper las barreras que limitan la creatividad. También es necesario aprender a equivocarse, aprender de los errores y aplicar esos aprendizajes.
Aunque la creatividad y la productividad son usualmente vistas como cualidades que se oponen, existen maneras en que ambas pueden convivir, y su combinación es ideal para lograr el desarrollo de una persona. La creatividad da lugar a conceptos visionarios que influencian la manera en que trabajamos, jugamos y vivimos. La productividad es necesaria para tomar una idea innovadora y hacerla realidad, muchas veces en condiciones adversas.
Mientras los niños crecen aprenden a organizar sus responsabilidades al tiempo que extienden sus capacidades. Su creatividad les va dando opciones al momento de buscar soluciones para sus tareas y la productividad los hace poner esas nuevas ideas en práctica. El ideal es que el proceso “creatividad-productividad” les enseñe que los resultados del esfuerzo pueden ser motivantes y gratificantes.
La educación de calidad promueve la iniciativa empresarial y los avances tecnológicos
La educación que oriente a los niños hacia la creatividad, la innovación y el emprendimiento debe empezar desde las primeras etapas de la niñez. Inculcar en los niños la iniciativa empresarial da como resultado individuos que no temen afrontar el reto de arrancar un negocio, porque saben que tienen la seguridad y las herramientas necesarias para gestionar empresas, crear fuentes de trabajo y asumir posiciones de liderazgo.
El que los niños sean curiosos y se interesen por los problemas que los rodean, abre oportunidades para la investigación y el desarrollo de productos y tecnologías que se pueden volver patentes y reconocimientos para nuestro país. Esto, en sí mismo, posiciona a nuestro país de mejor forma en el espectro global. Y, además, representa un aliciente para nuevas generaciones que saben que es posible investigar, emprender y materializar sus ideas, beneficiando a la sociedad.
La educación de calidad mejora la distribución de los ingresos
Hay mucha evidencia que liga la calidad y cantidad de educación de un país con la baja en el índice de pobreza. Por ejemplo, el estudio Education and Income Distribution in Developing Countries de la Universidad de Cornell, señala que 41 países en vías de desarrollo, entre ellos México, muestran una correlación entre la proporción de pobreza (personas que ganan menos de 50 USD al año) y el nivel educativo de la población, medido con la proporción de adultos que no acudieron a la escuela.
Es de suma importancia fomentar la educación desde los niveles básicos hasta los niveles superiores. Mientras más personas completen más niveles de educación, mejor preparada estará la sociedad en conjunto, siendo más productiva. En general, esto se traduce en personas accediendo a mejores empleos con un mayor salario, por lo que el porcentaje del desempleo y pobreza tiende a bajar.
El éxito de los países depende en gran medida de la forma en que preparamos a las generaciones que están todavía en la escuela. Alcanzaremos el éxito como nación tan pronto como entendamos que la calidad de la educación es una de las principales diferencias que tenemos con algunas de las naciones más avanzadas del mundo.
Los conocimientos y las habilidades que los niños aprendan hoy, más allá de sólo asistir a la escuela, serán los que impulsen su productividad y la calidad de los empleos a los que puedan aspirar. Un paso más allá, también se reflejarán en su calidad de vida y en su bienestar. La educación es factor clave para el desarrollo económico de México y es labor de autoridades, docentes y padres de familia el interesarnos en este tema prioritario para el éxito de nuestro país.