La pandemia por Covid-19 nos ha tocado a todos. El cambio en nuestras rutinas ha afectado el bienestar emocional de muchos. La incertidumbre ha golpeado el trabajo y las finanzas. Y sobra decir que muchas familias han padecido problemas de salud. Por más de una razón, todos nos hemos visto afectados y esto incluye, obviamente, a los niños.

Con este entorno, comenzar un nuevo ciclo a distancia representa un gran reto. Hoy más que nunca debemos construir una comunidad escolar cercana y cálida que sea un espacio de confianza para los alumnos, al tiempo que la distancia física hace imposible el contacto humano.

¿Cómo podemos entonces construir una comunidad escolar empática durante esta emergencia sanitaria? Estas son algunas ideas que propone el blog especializado weareteachers.com

1- Enfocarse en las relaciones personales

Especialmente hoy debemos poner mucho foco en las relaciones personales. La más importante tal vez sea la relación maestro-alumno, pero también debemos trabajar en el acercamiento entre padres, profesores y directivos.

El acercamiento de la comunidad escolar es importante para conocer y discutir los miedos, la incertidumbre y los pensamientos que esta pandemia nos hace sentir y apoyarnos como comunidad.

El objetivo no es necesariamente brindar soluciones o dar terapia. Se trata más bien de escuchar y hacernos sentir acompañados en esta situación tan particular.

Puede ser una buena idea organizar reuniones telefónicas o video llamadas cada tanto, sólo para conversar y fortalecer las relaciones personales, más allá de la labor educativa.

2- Las rutinas y la comunicación son elementos clave

En un ambiente de tanta incertidumbre, es importante tratar de mantener las rutinas tanto como se pueda.

Apegarse al horario designado para las actividades, las entregas de trabajos y las evaluaciones y comunicar claramente las expectativas que se tienen en clase es una buena manera de contrarrestar la incertidumbre que se vive fuera del salón.

Sin embargo, sabemos que, debido a esa misma incertidumbre, es probable que haya cambios y se deban hacer ajustes durante el año escolar. En este caso, la buena comunicación es muy importante.

Si es posible, es buena idea avisar de los cambios con anticipación y abrir un espacio para las preguntas o comentarios que pueda haber. De esta forma, ayudaremos a reducir las reacciones emocionales negativas que los cambios puedan traer.

3- Cuida de ti mismo

Nadie puede dar lo que tiene en su interior y, a estas alturas, todos estamos emocionalmente muy cansados.

En el caso de padres y maestros este tema es más complicado, porque la labor de contención y apoyo emocional para los niños es contante y muy importante.

Sentirse agotados por el estrés de la pandemia y en constante incertidumbre puede impactar nuestra habilidad para cobijar a los niños. Si ellos nos ven tan afectados, su sensación de seguridad se verá muy lastimada.

Así que es muy importante no dejar de lado nuestra salud emocional. En publicaciones pasadas hemos hablado de técnicas y herramientas para manejar el estrés y construir la resiliencia durante esta pandemia. No dudes en visitarlas de nuevo:

Lograr una verdadera comunidad escolar

Mientras que se acerca el inicio del ciclo escolar desde casa, sería ideal que padres de familia, maestros y directivos trabajemos en conjunto para formar una comunidad escolar empática con los estragos que la pandemia pueda estar causando en la vida de los estudiantes (y en la nuestra).

La finalidad debe ser lograr una comunidad informada en la que chicos y grandes se sientan seguros y apoyados. Es trabajo de todos quienes estamos involucrados el lograrlo.

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