Los niños y su uso de tecnología y dispositivos electrónicos es un tema que ha sido controvertido por años. Sin embargo, implementadas de la forma correcta, estas herramientas pueden fomentar su desarrollo e incluso potenciar la generación de ideas, su capacidad de resolución de problemas y su espíritu emprendedor.

En este artículo revisaremos porqué no debemos satanizar el uso de las tecnologías, cómo se definen los “nativos digitales” y algunos ejemplos de niños que utilizaron la tecnología a su favor y que están trabajando para hacer realidad sus objetivos.

Los “nativos digitales” y el uso de la tecnología

Marc Prensky, especialista en educación, acuñó hace algunos años el término nativos digitales, refiriéndose a las generaciones que han nacido o están rodeados desde temprana edad por la tecnología (por ejemplo, computadoras, videojuegos, celulares y tabletas).

Con el tiempo, este término ha evolucionado y ya no agrupa a los nativos digitales por edad (antes se consideraban nativos digitales los nacidos a partir de 1990). En la actualidad, considera factores sociales, culturales, psicológicos y económicos y concluye que los nativos digitales se forman más por el tiempo y la variedad de exposición que han tenido a la tecnología y por el manejo afluente que tienen sobre ella desde que son pequeños.

En este sentido, en junio de 2018, el INEGI publicó estadísticas que muestran que hay niños a partir de 6 años que forman parte de los 71.3 millones de mexicanos que ya declaran usar internet (63.9% de la población). Lo hacen a través de computadoras, tablets, consolas y teléfonos inteligentes, y no es sorpresa que muestren interés por las redes sociales (YouTube, Instagram y Facebook principalmente), Whastapp y, obviamente, los videojuegos.

La clave con la tecnología es regular

Nadie quiere niños acostados en la cama viendo YouTube todo el día, pero la actitud de prohibición tampoco sirve de nada. En primer lugar, es imposible limitarles el acceso a internet a menos que los encerremos con llave y jamás vuelvan a ver la luz del sol. En segundo lugar, al aislarlos de la tecnología, estaremos desaprovechando las oportunidades que esta tiene para aprender y divertirse en línea.

Además, está comprobado que la tecnología aumenta potencialmente la motivación de los niños al hacer que el aprendizaje sea más divertido y tenga más relación con sus vidas. Utilizándola de forma correcta, los niños pueden aprender y desarrollar sus ideas de forma personalizada, a su propio ritmo y con recursos diferentes a los escolares, lo que les da mejores oportunidades para despertar su creatividad y su espíritu emprendedor.

De acuerdo con el documento Niños en un mundo digital de Unicef, lo conveniente es adoptar el enfoque “ni mucho ni poco, sino todo lo contrario” para regular la exposición de los niños a la tecnología y concentrarse más en lo que hacen y menos en el tiempo que pasan en línea. Actuar de esta forma puede protegerlos mejor y ayudarlos a aprovechar al máximo el tiempo que utilizan tecnología y dispositivos electrónicos.

La tecnología y el espíritu emprendedor de los niños

Para que vean que no exageramos al hablar de los beneficios del uso adecuado de la tecnología, y dado que la metodología Tengo Iniciativa tiene como uno de sus pilares el emprendimiento, les presentamos 3 casos de chicos que utilizaron la tecnología a su favor para desarrollar sus ideas, aplicar su espíritu emprendedor y crear soluciones para ellos y para otros.

Erik Finman y Botangle

Tecnología

De pequeño, Erik demostró mucho interés por aprender. Tenía hambre de conocer más y no encontraba respuestas en los libros escolares, por lo que desde casa investigaba más sobre lo que le interesaba utilizando su computadora y su conexión a internet.

A los 15 años, Erik decidió dar el salto, compartir su pasión por conocer cosas nuevas y creó Botangle, un ecosistema de aprendizaje con seminarios y tutoriales sobre diversos temas que funciona por suscripción. Unos años después vendió su empresa y se interesó por otros emprendimientos. Actualmente trabaja en la creación de un traje robótico para ayudar a niños con problemas de hipermovilidad y colabora con NASA para lanzar al espacio una cápsula digital del tiempo.

Y, por cierto, Erik también ha invertido en criptomonedas y está teniendo ganancias increíbles, convirtiéndose, a sus 17 años, en uno de los millonarios de bitcoin más jóvenes del mundo.

Mercer Henderson y Audiots

Tecnología

Como muchas niñas, Mercer utilizaba emojis para comunicarse por mensaje de texto con sus amigos. Un día, su chispa emprendedora se encendió y pensó en combinar emojis con sonido y así nació la idea de Audiots, una aplicación para iOS.

Mercer tenía 13 años cuando fundó 4 Girls Tech LLC, la compañía con la que desarrolló 50 emojis con sonido, por ejemplo, la carita que manda un beso, o el corazón que late. También ha trabajado en conjunto con la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal (SPCA) creando Audiots de animales con sonidos especiales.

Pero sus planes no sólo abarcan a los millennials. Mercer, actualmente de 15 años, fundó Cardoji’s, una línea de tarjetas electrónicas personalizables pensadas para la generación Z. Y además, es cantante.

Brandon Boynton y The BullyBox

Tecnología

Como muchos adolescentes, Brandon sufrió de acoso escolar, tanto físico como psicológico, en sus años de secundaria. Temiendo por su seguridad, y harto del trato que recibía, decidió poner un mensaje anónimo en un buzón escolar especial para denunciar acosadores de manera anónima. Al hacerlo, pensó que, aunque el mensaje fuera anónimo, siempre existía el riesgo de ser visto por alguien y que todo terminara peor.

Con esto en mente, y siendo un aficionado a la programación, a los 14 años Brandon creó MostBeastlyStudios LLC, la compañía que desarrolló la plataforma The BullyBox, una herramienta para reportar, de forma realmente anónima, a los acosadores escolares con la que Brandon espera ayudar a crear un mundo mejor.

Existe una versión gratuita, para que los alumnos puedan hacer reportes, y un plan para escuelas en la que pagan una cuota de $499 dólares por año para tener acceso a herramientas de análisis y otras características más avanzadas. Actualmente, The BullyBox es usada por más de 275,000 estudiantes en 32 estados de EU y 16 países, como Nueva Zelanda, España, Francia y Reino Unido.

Gracias a su emprendimiento, Brandon recibió una beca total para estudiar en la Universidad Purdue de Indiana, además de otra beca por parte de Lilly Endowment, una asociación que promueve la educación y el desarrollo social. En la actualidad, Brandon tiene 19 años y ha fundado, junto con otros socios, la compañía Vemity que busca que la inteligencia artificial sea simple y accesible para todo el mundo.

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Nada de lo que estos chicos hicieron se hubiera logrado sin el apoyo y aliento de sus familias. Muchos padres los ayudaron a buscar financiamiento, contactar programadores, armar planes de negocio y otro sin fin de tareas que conlleva crear una empresa.

Así que, como vemos, no se trata del tiempo que los niños pasen conectados a los dispositivos o usando tecnología. Se trata de regular y de enfocarnos en qué es lo que hacen ahí. Se trata también de escuchar las inquietudes y necesidades que tienen y de apoyarlos para seguir sus sueños. ¡Nunca se es demasiado joven para generar ideas geniales y emprender!

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