Deja que la generosidad entre en tu vida

La generosidad consiste en mostrar buenas intenciones y acciones hacia todas las criaturas vivas, incluyéndonos a nosotros mismos.

Estas buenas intenciones y acciones están presentes cuando somos cálidos con los otros -personas, animales y el medio ambiente- y al ser amistosos y mostrar compasión y empatía. Obviamente, el altruismo y las acciones que hacemos sólo con el propósito de ayudar hablan también de nuestra generosidad.

Por esto, un buen propósito para 2020 es apreciar la generosidad y en esta publicación de Tengo Iniciativa tenemos algunos consejos para promover este valor tan importante.

Los beneficios de la generosidad

La generosidad es un valor muy apreciado, por lo que generalmente comienza a ser inculcado en casa cuando nuestros padres nos enseñan a compartir los juguetes con otros niños.

De acuerdo con Rick Hanson, doctor en psicología por la Universidad de California en Berkeley, practicar la generosidad tiene muchos beneficios, por ejemplo:

1- La generosidad con nosotros mismos

Cuando somos generosos con nosotros mismos estamos ayudando a satisfacer dos de las 3 necesidades psicológicas fundamentales: sentirnos competentes en nuestro ambiente y saber que podemos tomar decisiones de forma autónoma.

2- La generosidad hacia otros

Mostrarnos generosos con otros satisface la tercera de las necesidades psicológicas fundamentales: crear lazos de apego con otras personas. Esto es porque al ser generosos construimos confianza y lazos afectivos y, siendo más prácticos, es la mejor estrategia para obtener un buen trato para nosotros como respuesta. Es una relación ganar-ganar.

3- La generosidad entre ciudadanos, pueblos y naciones

Esta generosidad promueve que vivamos con tranquilidad y respetando las leyes. La generosidad entre naciones permite que todos los niños reciban educación, eliminar las hambrunas, promover los Derechos Humanos, proteger especies en peligro y cuidar el medio ambiente. También acercar ayuda humanitaria a quien lo necesita y consolidar la paz.

La generosidad puede tener muchas expresiones, incluidas el preocuparse, el tiempo, la habilidad, la inteligencia, los regalos y el dinero. Creo que uno no puede omitir ninguno de estos sin limitar a todos los demás.”

 

-Mark V. Ewert.

Practicar la generosidad tiene muchos más beneficios, pero debemos saber que ser generosos siempre dará buenos frutos para las personas, las comunidades, las naciones y el mundo entero.

Ejercicios para fortalecer la generosidad

A los niños (y, muchas veces, también a los adultos) les cuesta trabajo ser generosos y compartir. Fomentar en los niños la generosidad ayuda a que comprendan su valor. Aquí hay 3 ejercicios que se pueden practicar en casa o en la escuela y que servirán para que juntos, niños y adultos, aprendamos qué es compartir y cómo ser generosos.

¿Somos generosos?

El primer ejercicio es también un autoexamen. Nos servirá para revisar cómo actuamos en ciertas circunstancias y cómo podríamos actuar siendo más generosos.

El ejercicio consiste en completar en familia o en grupo el siguiente cuestionario:

Una vez que todos hayan rellenado el cuestionario, juntos compartirán sus respuestas. Así podrán debatir sobre cómo actúan unos y otros y darse consejos entre ustedes para actuar de una forma más generosa.

Acciones generosas

Todos los años hacemos limpiezas y depuraciones en casa. Incluso, muchas familias acostumbran a hacerlas justo antes de las fiestas de Año Nuevo para empezar un nuevo ciclo con todo en orden.

La ropa, juguetes, artículos de casa y hasta muebles que sacamos porque ya no son útiles para nosotros, para personas menos favorecidas pueden significar una gran diferencia. Anima a tus hijos a buscar en internet, con tu ayuda, información sobre asociaciones o grupos de asistencia que puedan necesitar las cosas que ya no retendrán en casa y deja que tus hijos decidan a quién los quieren donar. Es importante que ellos tomen las decisiones.

Vayan todos juntos a entregar los artículos. De esta forma, los niños no sólo estarán donando cosas, también darán tiempo y esto los ayudará a entender que ser generoso va más allá de lo material.

Para los niños, los aprendizajes vivenciales y emocionales son mucho más significativos. La experiencia no tiene que ser triste o nostálgica, procura que sea divertida y feliz y que los niños encuentren la satisfacción de ser generosos.

Ser generoso en comunidad

Es más fácil ser generoso con tu familia y con tus amigos que con personas que no conoces. Por eso, una buena idea es ser generosos con la comunidad constantemente. Una forma sencilla es que la próxima vez que vayan al parque o a dar un paseo, lleven una bolsa de plástico para ir recogiendo papeles o basura que encuentren tirada.

Platica con los niños sobre cómo le gustaría ayudar a su comunidad. Tal vez sea plantando árboles o paseando perritos en un refugio. Tal vez prefieran recolectar periódico para después donar las ganancias a alguna casa de asistencia. Si encuentran qué les apasiona, es más probable que los niños sientan la satisfacción de ser generosos con su tiempo y sus recursos.

Un propósito para año nuevo

Recuerda que los niños aprenden observando a sus padres. De nada sirve que repitamos a los niños que es bueno ser generosos si no ven esta actitud en papá y mamá.

Un buen propósito de año nuevo es poner atención a que en casa se practique la generosidad, incluso entre ustedes. Las acciones de generosidad no tienen que ser super espectaculares. Hay cositas tan sencillas y significativas como comprar un postre y compartirlo entre todos.

También puedes platicar con tus hijos sobre la generosidad que otras personas han mostrado a lo largo de la historia. Frecuentemente, las noticias que nos rodean nos hacen pensar que el mundo es demasiado negativo. Es importante que ellos sepan que siempre hay personas generosas pensando en hacer el bien. En nuestra sección Contenido Adicional puedes encontrar muchos ejemplos para inspirarlos.

Cada día, la vida nos presenta muchas oportunidades para ser generosos. Si dejamos que la generosidad entre en nuestras vidas y en las vidas de los niños, podremos construir entre todos un mundo mucho mejor.

¡Feliz 2020!