Es importante enseñar a nuestros hijos lecciones sobre el dinero desde pequeños. Esta es la forma de asegurar que empiecen un camino financiero seguro y exitoso. Guiar niños que manejan su propio dinero es un reto, pero, al parecer, rinde buenos frutos.
De acuerdo con la 11va Encuesta Anual Padres, Niños y Dinero de T. Rowe Price, los padres que hablan con sus hijos sobre finanzas cuando menos una vez a la semana tienen hijos que se sienten más capaces para manejar su propio dinero de forma correcta.
La encuesta nos arroja algunos datos interesantes sobre los hábitos de los niños que manejan su propio dinero en contraste con aquellos que no lo hacen:
Niños que manejan su propio dinero
- 76% hablan con sus padres sobre temas financieros
- 62% tienen una cuenta de ahorro
- 65% se describen a sí mismos como ahorradores
Niños que no manejan su propio dinero
- 53% gastan su dinero tan pronto como lo reciben
- 52% le piden dinero a sus padres cuando menos una vez a la semana
- 65% esperan que sus padres les compren lo que desean
La encuesta enfatiza la importancia de inculcar en los niños conductas financieras positivas a través de la acción. Y una de las principales acciones es justamente permitir que los niños tomen decisiones sobre su propio dinero. ¿Pero, cómo darles libertad sin que decidan gastarlo todo en dulces? ¿Cómo controlar que tengan buenas prácticas sin terminar manejando nosotros su dinero?
¡Aquí algunos consejos!
1- Ser un buen ejemplo
Si pensábamos que todo el trabajo lo tienen que hacer los niños, error. El primer paso para tener niños que manejan su propio dinero de forma correcta es que nosotros seamos un buen ejemplo para ellos.
Pensemos si nosotros habitualmente ahorramos para conseguir nuestros objetivos, porque lo más probable es que los niños aprendan a hacerlo también. Si, por el otro lado, somos rápidos con la tarjeta de crédito para comprar cualquier cosa que se nos atraviesa, esos son los pasos que seguirán.
Una forma de dar un buen ejemplo es incluyendo a los niños en algunas decisiones financieras, sobre todo si ya son más bien adolescentes. Estas pueden incluir armar el presupuesto mensual de la casa o investigar y comparar precios para comprar un electrodoméstico nuevo.
Otra buena idea es platicar con ellos sobre algunas buenas y malas experiencias financieras que hayas tenido. Hablar sobre todo de nuestros errores, es útil para señalar los peligros de tomas malas decisiones con nuestro dinero y que nadie está exento de meter la pata. Por eso hay que informarnos y ser listos.
2- Reflexionar sobre las compras por impulso
Si notas que tus hijos gastan su dinero tan pronto como lo reciben, hay un consejo que Mike Earl, asesor financiero de The Wealth Group en Minneapolis, le da a los padres preocupados.
“Cuando los niños gasten en juguetes, dulces, gadgets o cualquier otra cosa por impulso, sin haber comparado precios o investigado sobre el producto, guarda el ticket. Un par de semanas después, sácalo y platica con tus hijos sobre esa compra impulsiva.”
La pregunta para tus hijos debe ser: ¿Qué tanta alegría, satisfacción o provecho estás obteniendo de ese objeto? ¿Valió la pena comprar por impulso? La idea aquí es ayudar a los niños a tener claridad sobre qué afecta sus decisiones de compra.
Entendiendo esto, será mucho más probable que los niños que manejan su propio dinero refrenen el impulso de gastar sin reflexionar.
3- Incorporar el ahorro desde el comienzo
Si tus hijos ya tienen acceso a dinero propio, aunque sea poquito, es momento de incorporar el ejercicio del ahorro.
Cada vez que reciban su mesada, domingo o quincena, dinero como regalo de cumpleaños o porque se lo ganaron de alguna forma, pídeles que aparten una cantidad del dinero que podrán gastar inmediatamente y destínenlo al ahorro.
Y, como ya sabemos, ese ahorro debe tener nombre y apellido para que sea efectivo. Ahorrar por ahorrar no es fácil, por lo que debemos trabajar con los niños para que identifiquen por qué están ahorrando ese dinero. Ya sea un juguete o aparato más costoso, un viaje, una bicicleta. Lo que ellos quieran, pero que sea claro y alcanzable para sus posibilidades.
Lecciones para toda la vida
Al permitir que nuestros hijos manejen su propio dinero desde pequeños, contando con la guía correcta, los estamos ayudando a adquirir hábitos financieros sanos y a fortalecer la mentalidad necesaria para generar más, ahorrar más y alcanzar sus metas.
¡Empieza cuanto antes! Confía en ellos y permite que tomen sus propias decisiones.
