El propósito de leer es conocer y entender el mundo que nos rodea por lo que no es exagerado decir que las habilidades que los niños desarrollen tratándose de comprensión de lectura tiene un profundo efecto en todos los aspectos de su vida.
De acuerdo con el estudio Aportes para la enseñanza de la lectura de la UNESCO, vivimos en un mundo letrado cada vez más complejo y la lectura es la forma que tenemos para acceder a conocimientos y a la participación activa en la sociedad, por ejemplo, al leer un contrato, leer un recibo, leer instrucciones, etcétera.
Pero leer va más allá de sólo saber juntar letras y formar palabras y después frases. En la actualidad la lectura debe ser más bien una forma de pensar: leer para aprender, para reflexionar y para disfrutar.
Siempre que leemos, pensamos y así afinamos nuestros criterios, contrastamos nuestras ideas, las cuestionamos, aprendemos aun sin proponérnoslo.”
– Isabel Solé
¿Qué es la comprensión de lectura?
Un lector comprende un texto cuando reconoce en él los elementos importantes para su aprendizaje y puede relacionarlos con sus conocimientos previos y con sus intereses.
Científicos cognitivos han estudiado por años cómo es que los lectores van encontrando significado al leer y concuerdan en que el ideal de la comprensión lectora es formar un lector crítico que tenga la capacidad de leer, reflexionar y aprender a lo largo de toda su vida.
Según Isabel Solé, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Barcelona, es tal el alcance de la comprensión de lectura en la vida de una persona, que se podría afirmar que un lector crítico se mantiene más lúcido mentalmente porque aprende de forma constante, además de que participa del aquí y ahora.
La importancia de la comprensión de lectura en el salón de clases
Paul Andersen, profesor de ciencias en Montana, experimentó la limitante de la comprensión de lectura con sus alumnos. Buscando ser innovador e interesarlos más en su materia, ideó una nueva metodología para clase basada en los videojuegos. Primero los niños debían ver un video, después leer una lección y al terminar debían responder un cuestionario. Después de pasar el cuestionario, los estudiantes obtendrían nuevos “poderes” para pasar de nivel y así seguir hasta completar todas las lecciones.
Aunque en la teoría esta dinámica sonaba divertida y perfecta para el aprendizaje, el profesor Andersen se encontró con algunas barreras, siendo una de las más importantes que los alumnos no tenían las habilidades de comprensión de lectura necesarias para entender las lecciones, por lo tanto, la actividad lúdica fracasó. El profesor Andersen tuvo que regresar varios pasos para trabajar con sus alumnos y lograr las innovaciones que había planeado. Si quieren conocer más sobre este caso, les compartimos la Ted Talk de Paul Andersen:
Los niños que tienen deficiencias en su comprensión de lectura pueden leer palabras y páginas todo el día, pero si no comprenden lo que el texto quiere decir no harán conexiones con lo que están leyendo. Si se trata de una historia, no le podrán dar seguimiento a los personajes ni a las anécdotas. En el caso de una lección de clase, no ligarán los conceptos con sus conocimientos y experiencias previas. Si son instrucciones para trabajar, no sabrán qué hacer ni entenderán para qué lo están haciendo.
Consecuencias a futuro
Imaginémos a estos niños a futuro, tratando de funcionar en un entorno en el que no entienden el significado de un contrato de hipoteca, las indicaciones de un frasco de medicamento o las actividades que deben realizar en su trabajo. El esfuerzo que requerirán hacer las personas con debilidad en su comprensión de lectura será enorme comparado con el de aquellos que puedan entender lo que se requiere.
Es por esto que la comprensión lectora es una de las capacidades más poderosas que los padres y maestros podemos dar a los niños ya que, junto con la escritura, está estrechamente ligada con el éxito económico y profesional de un individuo.
Los retos y actividades de Tengo Iniciativa
La metodología Tengo Iniciativa contempla actividades y retos que requieren de la lectura de casos e instrucciones para trabajar.
Para asegurar la comprensión y el aprendizaje de los alumnos, las lecciones cuentan con actividades interesantes en las que los niños podrán reflexionar sobre los casos que leyeron, entender cómo y por qué sucedieron los hechos narrados y relacionar los temas abordados con conocimientos que hayan adquirido previamente.
La idea es propiciar un ambiente estimulante para el aprendizaje y contribuir a desarrollar en ellos capacidades como la comprensión de lectura, que les serán de utilidad durante toda su vida, tanto estudiantil como profesional.
Preguntas para evaluar la comprensión de lectura
Estas son algunas preguntas que podemos hacerle a los niños para saber si están comprendiendo una lectura:
¿Te está gustando la historia? ¿Me cuentas un poco?
Los niños deben ser capaces de contar la anécdota general del texto e incluso podrían hacer algunas suposiciones sobre lo que va a suceder más adelante.
¿Entiendes todas las palabras del texto?
Lo ideal es buscar junto con los niños las palabras que no entiendan y explicarles su significado. Si son muchas las palabras que desconocen, tal vez el texto que están leyendo no sea el adecuado en ese momento.
¿Te puedes imaginar la historia, los personajes y lo que está pasando?
Si el libro no tiene ilustraciones, la imaginación de los niños debe estar trabajando en construir los escenarios y personajes que se describen en el libro. Incluso si son pequeños, podemos pedirles que hagan un dibujo.
¿Cómo son los personajes / lugares?
Más allá de su descripción física, los niños deben poder describir las personalidades y las atmósferas: si son alegres, tímidos, amistosos. Si dan miedo o son confiables.
¿Qué habrías hecho tú?
Esta pregunta ayudará a los niños a desarrollar su razonamiento y construir su criterio, distinguiendo los hechos del texto de sus propias opiniones.
Recordemos que para evaluar la comprensión de lectura de los niños, nosotros también debemos conocer el texto que están leyendo. Nuestro interés en diversos textos y libros y predicar con el ejemplo hará de los niños mejores lectores.