En nuestra publicación anterior, revisamos qué es el aprendizaje cooperativo y cuáles son los beneficios de implementarlo en el aula (si no lo han leído, pueden hacerlo aquí). Pero, ¿cómo podemos implementar actividades de aprendizaje cooperativo en clase sin que se pierda el orden en el salón? ¿Cómo podemos asegurarnos de que realmente todos los miembros del equipo participe y adquiera conocimientos?
En esta publicación hablaremos sobre consejos para implementar esta técnica en el salón de clases y también les daremos algunos ejemplos de actividades de aprendizaje cooperativo para los niños.
Consejos para implementar actividades de aprendizaje cooperativo en clase
Para asegurar que el aprendizaje cooperativo sea un éxito y que las actividades en grupo no se salgan de control en el salón de clases, tenemos algunos consejos que se pueden implementar fácilmente:
Aclara las indicaciones
Antes de repartir los materiales de trabajo, asegúrate de dar las instrucciones completas del trabajo a realizar. Como cada integrante del grupo debe desarrollar actividades diferentes, asegúrate de que todos comprendan exactamente lo que deben hacer.
Acuerda junto con los niños las señales que usarás para llamar su atención
Es probable que durante las actividades de aprendizaje cooperativo necesites llamar la atención del grupo. Para que esto no se vuelva un distractor mayor, acuerda con ellos una señal. Algunos ejemplos pueden ser aplaudir dos veces, sonar una campaña, poner alguna alarma musical o levantar tu mano.
Si dos o más grupos te hacen la misma pregunta, lo ideal es detener el trabajo y abrir un espacio para aclarar dudas y responder preguntas
Algunas veces las cosas parecen obvias para los maestros, pero los niños pueden tener dudas. En lugar de repetir y repetir las mismas respuestas, utiliza la señal acordada para que todos se detengan y aborda el tema con todo el grupo.
Establece un sistema para monitorear cuánto ruido puede haber en el salón y las consecuencias si los niños se exceden
Por ejemplo, puedes usar música suave y explicar a los niños que, si dejan de escuchar la música, quiere decir que están haciendo mucho ruido. También funcionan los apoyos visuales, como un semáforo, donde puedas indicarle a los alumnos que están cayendo en zona roja.
Puedes implementar “advertencias personales” y “advertencias grupales”. Cuando un alumno recibe tres advertencias personales, deberá separarse del trabajo en grupo y avanzar por su cuenta unos minutos. Si todo el salón excede tres advertencias grupales, la actividad se detiene y deberán continuar trabajando de forma individual.
Utiliza un temporizador para dar a los alumnos un tiempo límite para entregar resultados
Si los estudiantes saben que cuentan con tiempo limitado trabajarán de manera más dedicada y no perderán el tiempo con distracciones. Lo mejor sería que el temporizador sea visible para todos y, adicionalmente, puedes ir dando avisos de tiempo, por ejemplo “quedan 10 minutos”.
3 acciones para los maestros mientras monitorean el trabajo de los niños
Los maestros deben asegurar que los niños efectivamente estén trabajando juntos y de forma eficiente, por lo que deben observarlos y monitorear continuamente todos los grupos de trabajo.
Aquí hay 3 cosas que puedes hacer mientras caminas por el salón:
Dar retroalimentación: Si algún grupo tiene dudas, puedes darles algunos ejemplos o reforzar lo que deben hacer.
Animar y reconocer: Date el tiempo de reconocer los avances de los alumnos y anímalos a seguir trabajando en grupo.
Reforzar: Si notas que algún alumno está quedando fuera del trabajo grupal, refuerza lo que debe hacer y anímale a integrarse más activamente.
Actividades de aprendizaje cooperativo para el salón de clases
Antes de comenzar con los ejemplos de actividades debemos recordar que, de acuerdo con el Dr. Spencer Kagan, especialista en aprendizaje cooperativo, los niños deben dividirse en grupos cooperativos compuestos por una mezcla de 4 ó 5 alumnos con diversos niveles de aprovechamiento para trabajar:
- dos o tres estudiantes promedio
- un alumno por arriba del promedio
- un alumno por debajo del promedio
Una vez teniendo esto en cuenta, les compartimos algunos ejemplos de actividades que pueden implementar en el aula.
Pensar, discutir, compartir
Este ejercicio busca que todos los alumnos hagan reflexión sobre el tema visto en clase. Para esto, cada miembro del equipo “piensa” en una pregunta al respecto de la lección que se acaba de revisar. Después discute la respuesta con otro compañero y comparten sus puntos de vista. Finalmente, platican sus conclusiones con su equipo y con el resto de la clase.
Todos participan
Esta técnica funciona muy bien para la discusión de temas que tienen más de una respuesta correcta. Primero, un integrante de cada equipo debe ser designado como el escribano del grupo. Después, a cada grupo se le asigna una pregunta o situación que deben discutir, por ejemplo, “¿qué harías si supieras que quieren construir un edificio en el parque de tu colonia?”. Cada estudiante del equipo da su respuesta y el escribano debe tomar notas. Al final, entre todos debatirán sobre las implicaciones de cada respuesta.
Numerarse
Cada miembro del grupo recibe un número (1, 2, 3, 4, etc.). El maestro entonces hace una pregunta y los equipos deberán discutir su respuesta. Cuando el tiempo de discusión se agote, el maestro pedirá la respuesta de un número en específico y solamente el alumno de cada grupo que tenga ese número podrá hablar. Esta técnica es efectiva para asegurarse de que todos los alumnos realmente están involucrados en la actividad. Para que sea una actividad más aleatoria, el maestro puede tener tarjetas con números y sacar una al azar para elegir el número que responde.
Revisión en 3 pasos
Los alumnos se dividen en equipos y el maestro comienza a dar la lección de manera normal. Mientras la clase avanza, el maestro se debe detener y dar 3 minutos para que cada equipo revise lo que han aprendido y se pregunten entre sí si es que tienen alguna duda. Si hay alguna pregunta que no se pueda responder al interior de un equipo de trabajo, otros equipos pueden responder o puede hacerlo el maestro si es que nadie sabe la respuesta.
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Al aplicar actividades de aprendizaje cooperativo los niños estudian y trabajan en conjunto. Discuten diversos temas y debaten alternativas, formando así su criterio. Resuelven problemas y crean productos y presentaciones juntos. Confrontan el desacuerdo y ejercitan la frustración y el consenso. Refuerzan sus conocimientos unos con otros, al tiempo que toman responsabilidad por la parte del trabajo que les corresponde. Al final, el que cada alumno se encuentre motivado de forma individual, colabora a que el salón de clase tenga un ambiente dinámico y eficiente.
¿Han aplicado actividades de aprendizaje colaborativo en su salón de clases? ¿Qué ejercicios les han dado buenos resultados? Esperamos sus respuestas en la sección de comentarios.