Ya hemos platicado en otras publicaciones que los aprendizajes que llegan a los niños a través de sus emociones permean más y quedan en ellos por más tiempo. Esto aplica también cuando hablamos de finanzas. Si procuramos dar a los niños experiencias positivas hacia el dinero, es seguro que aprenderán a relacionarse con él de una forma más sana e inteligente.
De eso hablaremos en este texto.
1- Romper las costumbres
En México tenemos la mala costumbre de no hablar con los niños de dinero. Incluso, hay veces que no se habla de dinero ni siquiera si ellos andan cerca.
Otra opción es que, cuando los niños nos escuchan hablar de dinero, la información que les llega es que hace falta, que todo está muy caro, que debemos la tarjeta de crédito o que hay que pedir prestado para cubrir algún gasto sorpresa.
El primer paso para crear experiencias positivas en los niños hacia el dinero es cambiar nuestro discurso y nuestras acciones:
- Dejemos de hablar del dinero como un objetivo o el fin de nuestras acciones y hablemos de él como un medio para conseguir nuestros objetivos: bienestar, salud, calidad de vida, cumplir metas, aumentar el impacto de algo, libertad y más.
- Poner menos foco en el dinero como un resultado y más en el proceso que nos hace ganarlo. Nuestra prioridad debe ser que los niños entiendan que el dinero es resultado del trabajo, de nuestro esfuerzo. De agregar valor y hacer algo útil para otros.
- Además, es importante rodear la conversación sobre el dinero de una conversación más amplia sobre valores. Y no sólo una conversación, debemos practicar constantemente los valores que queremos que los niños abracen. El autoconocimiento, ser bondadosos, atesorar las experiencias sobre las cosas y preguntarse qué es lo que realmente les importa.
Para que nuestros hijos tengan un acercamiento positivo hacia sus finanzas y para “restarle” peso al dinero en sus vidas hay que hablar de él, enseñarles a manejarlo y a que sean ellos quienes lo controlan y no al revés.
2- Invertir en experiencias (más que en cosas)
Si hablamos de crear para los niños un acercamiento positivo hacia el dinero, una gran idea es pensar en experiencias. En otras palabras, es mejor poner nuestro dinero en unas vacaciones familiares que en una computadora nueva.
Son muchos los estudios que demuestran que la satisfacción que sentimos con experiencias -desde ir al cine hasta ir de vacaciones- tiende a empezar alta y continúa subiendo a lo largo de la vivencia. En cambio, aunque comprar un teléfono celular nuevo puede ser inicialmente muy satisfactorio, esa satisfacción tiende a disminuir con el tiempo.
Entre las razones por las que esto sucede están:
- Las personas tendemos a pensar en las experiencias que vivimos en nuestros propios términos, en lugar de compararlas con las de otras personas.
- Que las personas usualmente tienen dudas sobre las compras materiales que hacen. Por ejemplo, se cuestionan si de verdad compraron el mejor dispositivo o si tomaron la decisión correcta con su nueva televisión.
- En esta misma idea, nos molesta más cuando sabemos que otra persona consiguió una mejor oferta o un mejor precio al comprar una cosa que al comprar una experiencia.
Tomemos la oportunidad de ayudar a los niños a descubrir parte de la variedad de experiencias que el mundo nos ofrece y dejarnos sorprender como ellos: con ojos frescos y emocionados.
3- Pensar menos en gastar
Una buena manera de crear experiencias positivas hacia el dinero es dejar de pensar en él con la finalidad de gastarlo.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Missouri realizado en 2002, concluyó que las personas se sintieron más felices en la época navideña cuando pusieron más interés en el tiempo compartido en familia y menos en las compras y los regalos. Y en 2015, otro estudio encontró que las personas que le dan más valor a cómo invierten su tiempo que a en qué gastan su dinero se sintieron, en general, más satisfechas con sus vidas, más positivas y con más energía.
Es común que la cultura popular financiera o la industria de la “auto ayuda” financiera retrate a la riqueza con autos convertibles, mansiones, grandes lujos y, de preferencia, que todo eso se conquiste de forma “fácil, rápida y sin esfuerzo”.
Pero, si queremos acercar a los niños de forma sana y positiva al dinero, lo mejor será poner énfasis en que el dinero es una herramienta para lograr nuestras metas y ser más plenos, no para acumular más cosas o gastar como magnates sin reflexionar lo que queremos en realidad.
El dinero en positivo
Así como es ridículo pensar que el dinero nos puede comprar la felicidad, también lo es ignorar que este tiene un papel importante en nuestro bien estar.
El dinero nos da oportunidad de expresar nuestra personalidad, conectar con otros y crear para nosotros una vida con significado. Es por esto que, lejos de omitir este tema con los niños, o de hablares sólo de las mil maneras en que el dinero puede ser nuestro enemigo, lo mejor es procurar un acercamiento positivo.
No olvidemos la importancia de procurarles experiencias que les ayuden a comprender cómo manejarlo y hacerlo un aliado para lograr sus metas.