La gratitud es una emoción fascinante que tiene el potencial de darnos bienestar mental y hasta salud física. Además, nos ayuda a darle significado a las experiencias que atravesamos y propósito a nuestras vidas.
Lamentablemente, también suele ser difícil de experimentar porque estamos llenos de distracciones y presiones que complican el que nos detengamos a apreciar todo lo bueno que nos rodea. Paradójicamente, mientras más motivos tenemos para sentirnos agradecidos, más difícil se vuelve encontrar tiempo para agradecer.
Por esto, un buen propósito para 2019 es apreciar la gratitud y en esta publicación de Tengo Iniciativa tenemos algunos consejos para entrenar el agradecimiento.
Los beneficios de la gratitud
De acuerdo con el documento The Science of Gratitude de la Universidad de California en Berkeley, ser agradecido está asociado con muchos beneficios personales, incluyendo mejor salud física y mental, un incremento en la sensación de felicidad y satisfacción con la vida, menor materialismo y muchos más. Aquí tenemos algunos ejemplos:
La gratitud nos aleja de las emociones tóxicas
Un estudio de la Universidad de Indiana señala que la gratitud aleja la atención de las personas de emociones como la envidia y el resentimiento. Cuando dedicamos tiempo a agradecer la presencia de las personas que nos rodean, la importancia de los logros que hemos alcanzado y las cosas buenas que nos pasan, tenemos menos interés y espacio para rumiar sobre experiencias negativas o sobre nuestra mala suerte.
Esto nos permite enfocarnos en nuestros objetivos con una actitud más dispuesta y hacernos responsables de nuestro trabajo para alcanzar nuestras metas.
La gratitud nos ayuda a encontrar tiempo para nosotros mismos
Practicar ejercicios breves de agradecimiento diariamente o de forma semanal no sólo incrementa el estado mental positivo, también nos hace tomar acciones benéficas para nosotros mismos.
Greater Good Magazine reporta que, después de 10 semanas de practicar ejercicios de agradecimiento de forma semanal (o 13 días de ejercicios diarios), las personas practicantes obtuvieron incremento en su optimismo, buen humor y sentido de pertenencia. Pero no sólo eso, también informaron hacer más ejercicio físico y buscar más espacios para realizar actividades de interés propio, ya sea de forma individual o en grupo.
La gratitud no sólo hace a las personas sentirse bien, también es un poderoso motivador.
La gratitud contribuye a tener relaciones afectivas más exitosas
Estudios demuestran que las personas que practican el agradecimiento son más conscientes de las formas, a veces sutiles, en que sus parejas sentimentales los apoyan. También son personas más empáticas con las necesidades de los otros, por lo que se interesan en ayudar, ya sea por medio de organizaciones altruistas o con iniciativas individuales.
Al promover la empatía, la gratitud también está asociada con menores niveles de agresividad.
Ejercicios para fortalecer la gratitud
A pesar de conocer todos los beneficios que la gratitud nos puede traer, muchas veces es difícil practicarla o poder expresarla a los otros. Para los que sienten que viven demasiado ocupados y estresados o rodeados de dificultades que no les dejan ver lo bueno en sus vidas, aquí tenemos 3 ejercicios para fortalecer el agradecimiento.
Diario personal de gratitud
Un diario de gratitud es una forma sencilla de llevar un registro de lo bueno que tenemos en la vida. La idea es que una o dos veces por semana anotemos en una libreta, una agenda o en las notas de nuestro celular las cosas buenas que nos pasaron y por las que estamos agradecidos.
No tiene que ser una lista extensa; de hecho, es mejor ser detallados por aquello que consideremos lo más importante, lo más inesperado o sorpresivo, ya que estos eventos provocan mayores grados de satisfacción.
Esta acción nos tomará solamente 5 minutos, pero poco a poco irá entrenando a nuestras mentes para mirar más allá de lo cotidiano y encontrar las cosas positivas que nos rodean y que no notamos por la prisa con la que vivimos.
El frasco de la gratitud
Este es un ejercicio que va perfecto con el año nuevo y que podemos empezar este próximo primero de enero. Como lo dice su nombre, lo primero que necesitamos es un frasco limpio y con tapa que podemos decorar como deseemos. Además, usaremos recortes de papel o post its limpios.
Al igual que con el diario de gratitud, una o dos veces por semana -o cada que sea necesario- debemos escribir una nota sobre alguien o algo por lo que nos sentimos agradecidos. Pueden ser grandes sucesos o cosas cotidianas: ver un arcoíris, probar un platillo que nos pareció delicioso, una felicitación en el trabajo… Si somos observadores, nos daremos cuenta de que nos pasan más cosas buenas de las que notamos. Esas notas irán directo al frasco.
Imagen: Pinterest
Cuando tengamos un mal día, o nos sintamos tristes o sin ánimo por alguna razón, podemos abrir el frasco y tomar papelitos al azar que nos recordarán que, así como nos pasan cosas malas, también hemos estado rodeados de cosas buenas a lo largo del año.
Al llegar el 31 de diciembre de 2019, abriremos nuestro frasco y leeremos todos los mensajes que pusimos dentro, Así, reviviremos los momentos de agradecimiento que hemos tenido en el año que termina y con ese ánimo de gratitud, comenzaremos nuestro nuevo frasco de agradecimiento para 2020.
La alarma de la gratitud
Si estamos dispuestos a ejercitar la gratitud regularmente a lo largo del año que viene, pero dudamos en poder mantener el hábito más allá de unos días, podemos hacer dos cosas:
- Leer nuestra publicación sobre cómo crear un buen hábito.
- Programar en nuestro teléfono, reloj o dispositivo más conveniente una alarma que nos recuerde que es momento de agradecer.
Con esta alarma, tendremos un recordatorio para detenernos y meditar sobre el día que ha pasado y anotar los momentos por los que estamos agradecidos. Al final de la semana o del mes, podemos analizar nuestra lista y conocernos más a nosotros mismos.
¿Hay algún evento o lugar que notemos que dispara nuestros sentimientos de gratitud? ¿Por qué algunas semanas o meses hemos sido más agradecidos que otros?
Con el tiempo es probable que la alarma ya no será necesaria porque nos acostumbraremos a tomarnos el tiempo para agradecer. De hecho, nuestra mente se irá preparando desde que despertemos para el momento de meditar sobre nuestro día, actuando de manera más positiva y siendo más receptiva a lo que nos sucede.
Un propósito para año nuevo
Ejercer la gratitud puede resultar más sencillo para algunas personas que para otras. La edad parece ser un factor determinante, ya que algunos estudios han demostrado que los adultos mayores son más propensos al agradecimiento que los adultos más jóvenes, los adolescentes y los niños.
Por esta razón, practicar estos ejercicios en familia también es una excelente idea. Formar personas agradecidas beneficiará no sólo a los niños, también a las familias y a la sociedad en general.
Considerando los múltiples beneficios personales que la gratitud ayuda a producir, esforzarnos en apreciar lo bueno que nos rodea y que hemos logrado y compartir este sentimiento con otros vale la pena. Deseamos que practicar la gratitud sea uno de tus objetivos para el año que esta por comenzar.
1 Comment
Sofía Liceaga
Está increíble esta idea, porque La gratitud es una virtud y hay que desarrollarla. Yo pondría como número 1 de mi lista dar gracias a Dios por todo lo que me da.
Felicidades por esta iniciativa!!!!